A solo 1 hora y 45 minutos de Quito, en el corazón del sector Manchuri, parroquia de Gualea, se encuentra Finca Priscila, un paraíso enclavado junto al Río Tulipe y enmarcado por la magia del Chocó Andino, una de las zonas más biodiversas del planeta. Aquí, el tiempo parece detenerse, y cada rincón cuenta una historia que invita a conectarte con la naturaleza, contigo mismo y con los orígenes de lo que consumes.

Amanecer Entre Montañas y Aromas
El día en Finca Priscila comienza temprano, como manda la vida en el campo. Si madrugas, serás testigo de un espectáculo único: el sol asomándose entre montañas, acompañado por el canto de aves y una brisa fresca impregnada de notas de albahaca. Es como si el aire recorriera la plantación antes de abrazarte.
La temperatura es perfecta en las primeras horas, ideal para iniciar un recorrido por los cultivos. Un desayuno energético con verde en cualquiera de sus formas – majado, patacón o tigrillo – es el mejor aliado para lo que sigue. Recuerda equiparte con agua, calzado adecuado, gorra y un buzo para evitar a los mosquitos. Aquí prima la comodidad sobre el glamour; es el lugar perfecto para sacar tu lado explorador.

Entre Cultivos y Sonrisas
La plantación de albahaca, el alma de Finca Priscila, te espera con su verdor exuberante. A las 8 a.m., los trabajadores ya están inmersos en su labor, recolectando hojas mientras intercambian bromas, historias y música que llenan el aire de una energía contagiosa. Aquí, la naturaleza y la buena vibra son aliados y se visualizan claramente en los cultivos con hojas más grandes y fragantes.

Además de la albahaca, descubrirás otras joyas como el cebollín, el cilantro, el perejil, el tomillo y la hierbaluisa. Cada uno de estos cultivos, tratados con la misma energía y cuidados, productos altamente demandados y que armonizan con la biodiversidad de la finca.

El Almuerzo: Tradición y Esfuerzo
A la hora de recargar energías, tienes dos opciones. La primera es aventurarte a las piscinas de tilapias de una finca vecina, a 15 minutos de caminata. Allí, podrás pescar tu propia ración y pedir que te la preparen al momento. Sin embargo, te adelantamos que como todo esfuerzo que vale la pena, tendrás que recorrer un camino empinado antes de poner a prueba tus habilidades de pesca.

Si prefieres algo más relajado, el equipo de Finca Priscila te recibirá con un almuerzo campestre digno de su lema: “de la mata a la olla”. Cada plato está preparado con ingredientes frescos cultivados en el mismo lugar, garantizando sabores auténticos y una conexión directa con la tierra. 
Este espacio es perfecto para los amantes del campo y la vida sencilla.

La Cascada: Un Viaje Hacia la Magia Natural
Por la tarde, la aventura continúa con una caminata hacia una cascada ubicada al norte de la finca. El trayecto, de aproximadamente 40 minutos, te lleva por senderos rodeados de paisajes que parecen sacados de un cuento, donde la vegetación y los sonidos de la naturaleza te acompañan.
Al llegar, la cascada te envuelve en su frescura y energía. Es un lugar donde el tiempo se detiene, y solo queda espacio para la gratitud: por el agua cristalina, los paisajes imponentes y el simple hecho de estar ahí. La caminata requiere algo de esfuerzo, pero la recompensa es invaluable. Si vas con niños llenos de energía, este recorrido será perfecto para que terminen el día rendidos y felices. Eso sí, no es recomendable para menores de 5 años debido a la dificultad del sendero.

La Experiencia Completa
Después de un día repleto de actividades, regresa al punto de partida para disfrutar de una ducha refrescante que reconforta cuerpo y alma, seguida de una cena campestre elaborada con ingredientes frescos de la finca. Cada bocado es un homenaje a la tierra y al esfuerzo que hay detrás de sus cultivos.
Si decides quedarte a pernoctar, despertarás rodeado de la serenidad del campo, renovado y listo para emprender el regreso a casa. Antes de partir, asegúrate de llevar contigo los productos de la finca, auténticos recuerdos de esta experiencia, y aprovecha para conocer más sobre los proyectos que hacen de este lugar un verdadero santuario de sostenibilidad.

Finca Priscila no es solo un lugar; es una invitación a reconectar con lo esencial, a conocer el esfuerzo detrás de cada cultivo y compartir con quienes hacen posible este espacio mágico. 

Para visitas puedes contactarte al 0993539080.